Haití se enfrenta a una serie de “carreras contrarreloj” para hacer frente a las crisis que, si no se abordan, podrían tener graves y negativas consecuencias para el futuro del país a largo plazo, según el funcionario de mayor rango de la ONU en materia de ayuda humanitaria y desarrollo en el país.
Cuando el conflicto armado estalló en el este de Ucrania en 2014, fue el comienzo de una era tumultuosa e insegura. Muchos ucranianos huyeron de la zona, cerca de la frontera con Rusia, y lo dejaron todo atrás–sus medios de vida, sus hogares, sus comunidades y a veces incluso a sus familiares–en busca de seguridad.
Es el momento de decir: basta. Basta de maltratar la biodiversidad. Basta de matarnos a nosotros mismos con el carbono. Basta de tratar la naturaleza como un retrete. Basta de quemas, perforaciones y minas cada vez más profundas. Estamos cavando nuestra propia tumba.
Si el mundo va a derrotar a la COVID-19 y reconstruir para mejorar, también se debe lograr una mayor medida de igualdad entre los géneros. Ambas cosas están estrechamente vinculadas. Por eso, en respuesta a la crisis, muchos países están contando con más mujeres en el liderazgo como clave para lograr un futuro igualitario.
Hama Sorka, un pescador de 75 años de Saguia, en Niamey, Níger, observa el lugar donde se encontraba su casa antes de ser arrasada por las inundaciones que asolaron su barrio en octubre de 2020.
Las Naciones Unidas nacieron hace setenta y seis años como un rayo de esperanza cuando la humanidad trataba de dejar atrás los horrores de un conflicto catastrófico.
Cuando uno piensa en Mauritania, lo primero que le viene a la mente son sus suntuosas dunas de arena, sus emblemáticas tribus nómadas de criadores de camellos y su hermosa costa atlántica. Pero Mauritania es mucho más que eso...
La pobreza es una responsabilidad moral de nuestro tiempo. Por primera vez en dos décadas, la pobreza extrema está aumentando. El año pasado, alrededor de 120 millones de personas cayeron en la pobreza cuando la pandemia de COVID-19 causó estragos en las economías y las sociedades.
“Yo he perdido mi trabajo. Yo he dado a luz. Esto ha sido difícil porque mi hijo también tiene discapacidades”. Estas son las palabras de una abatida madre de dos hijos, Rebecca Bolona. Esta mujer de 38 años habla con nosotros en una pequeña habitación del piso superior del Centro Vitolina, en una zona muy concurrida de Wierdapark, Sudáfrica.
En Tailandia, al igual que en el resto del mundo, los conocimientos de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) son importantes en casi todos los ámbitos de la vida, incluidas las campañas medioambientales como la de Supakarn. Ahora, durante la pandemia, la tecnología es vital para que la gente se comunique y acceda a la información sanitaria, por no hablar de su rol en lo relativo a la educación y el trabajo.