Las entidades regionales de las Naciones Unidas en América Latina y el Caribe están intensificando la canalización de conocimientos, recursos, redes y capacidad logística para apoyar a los países, a los Coordinadores Residentes y a los equipos de las Naciones Unidas en el terreno para hacer frente a las múltiples perturbaciones de la región en desarrollo más afectada por la pandemia.
En respuesta, los equipos de la ONU en todo el mundo han reunido fuerzas no solo para detener la propagación de la enfermedad, sino para hacer frente a sus numerosos efectos secundarios, desde la pérdida masiva de empleos hasta el aumento de la violencia de género. Aquí hay cinco formas en que la ONU está combatiendo la pandemia.
Al cumplirse un año de la pandemia de la COVID-19, nuestro mundo se ha enfrentado a un tsunami de sufrimiento. Se han perdido muchas vidas. Las economías se han visto afectadas y las sociedades han quedado tambaleando. Las personas más vulnerables son las que más han sufrido. Aquellos que quedadoron atrás se están quedando aún más atrás.
Como Coordinador Nacional de Referencia de los Servicios Médicos de Emergencia en la ciudad capital de Freetown, la Teniente Moiwo tiene que hacer malabarismos con los servicios nacionales de ambulancia, los/las médicos en los hospitales, los centros de tratamiento y las unidades de aislamiento, y la asistencia psicosocial para los pacientes y sus familias. También difunde los resultados de las pruebas y actualiza una base de datos nacional sobre COVID-19.
Presentamos a mujeres de base que inspiran desde sus puestos de liderazgo y consiguen el cambio duradero para sus comunidades, con el apoyo de las Naciones Unidas.
Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres
En 2021, el Día Internacional de la Mujer cae en un momento de dificultades extraordinarias para el pueblo de Siria. Esta semana marcará el décimo aniversario de una crisis que ha causado pérdidas insondables y ha conllevado necesidades humanitarias generalizadas y crecientes en todo el país.
La desigualdad de género perjudica a mujeres y niñas e impide el desarrollo de sociedades enteras. Cuando las mujeres son libres, iguales y empoderadas, son más felices y saludables individualmente y contribuyen más a la vida de sus familias, comunidades y países.